domingo, 20 de mayo de 2012

LA CREACIÓN: LOS ORÍGENES DEL MUNDO.



Ya sabrá, estimado lector, que cada domingo lo dedicamos a creencias religiosas y mitología del mundo. Este año, concretamente, nos estamos centrando en componer una antología sobre los relatos referentes a los orígenes del cosmos.

El de la creación del mundo constituye uno de los pilares temáticos de todas las religiones de nuestro planeta. Unas veces es descrito como un vacío, una extensión de agua, un paraje oscuro (así vemos en Norteamérica, en los khoisan del sur de África, en Oriente Medio o en el sureste asiático; pero la más común entre los pueblos de la tierra es la imagen de un principio en forma de huevo, en cuyo interior se encuentran todas las cosas. Pero una acción desencadena que ese huevo se rompa y su contenido se esparza.

Común también es la idea de la dualidad. Así, en la mitología china, por ejemplo, cuando tras dieciocho mil años Pangú sale del huevo cósmico. Éste se divide en dos mitades que darán lugar al cielo y la tierra. Otra muestra la tenemos en la mitología griega, donde los primeros diosas que surgieron fueron Urano (el cielo) y Gea (la tierra).

Suele ser frecuente, además, la creación partiendo de la muerte. De este modo Pangu –de la mitología china-  se sacrifica para dar la vida después de la agotadora tarea de separar tierra y cielo. Las distintas partes de su cuerpo van transformándose en elementos del mundo.  Esto se asemeja a un relato mitológico de la India donde Purusha muere y de sus miembros  van surgiendo los demás elementos. Según la religión de Babilonia, Marduk acaba con la serpiente Tiamat, con cuyo cuerpo, dividido en dos mitades, crea el cielo y la tierra.

Sin embargo, muchas culturas muestran la idea de una lucha cíclica entre el creador y el caos. Así, los hopos de Norteamérica se refieren a varios mundos que van siendo destruidos: primero por el fuego; luego, por el hielo; y después, por el agua. Según ellos, ahora nos encontraríamos en el cuarto mundo, que también llegará a su fin.

Este pensamiento recuerda también a la civilización azteca, que se referiría a la creación y destrucción sucesiva de cinco mundos por la lucha entre las divinidades hijas de del señor de la Dualidad. Además  aparece una creencia parecida en el hinduismo, pero mucho más compleja y filosófica. De este modo Visnú, descansando entre los anillos de la serpiente cósmica Ananta, hace surgir un loto de su ombligo. De allí saldrá Brama, el dios creador, quien meditando creará el mundo, luego destruido por el caos. Y así cuatro eras sucesivas, pero cada una inferior a la anterior.

Esa idea cíclica de la creación y destrucción la hallamos entre los egipcios y la cultura grecolatina. En esta última, por ejemplo, el ciclo comienza en la Edad Dorada y llega a la actual Edad de Hierro. De modo que comparte con otras culturas la creencia de que cada era es inferior a la anterior. De hecho, este pensamiento sea recuperada por los celtas irlandeses con la visión de las cinco invasiones de Irlanda.

Espero, que le haya resultado entretenimiento.

Bibliografía: Mitología guía ilustrada de los mitos del mundo. Ed. Debate.


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