Honrando la memoria de Bram Stoker, comentaremos la obra que le ha procurado fama: Drácula.
Parece que la novela surgió de una pesadilla tras tomar cangrejo en mal estado. Algunos consideran que no era un mal sueño, sino que el autor irlandés era esquizofrénico. Sea como fuere el caso es que dio la idea a Bram Stoker para crear la figura de terror más conocida; continuaciones, adaptaciones, cómics, películas disfraces son muestra de ello.
La obra -una novela epistolar- se sitúa en la Inglaterra victoriana, desde donde un joven abogado viaja a Transilvania para ayudar a un anciano noble a comprar una propiedad en Inglaterra. Al enseñarle la imagen de su prometida, el conde Drácula reacciona de manera extraña. El abogado queda atrapado en las seductoras garras de los vampiros, mientras el conde zarpa hacia Inglaterra para conquistarla…
En el momento de la publicación de la novela, 1897, el Imperio británico se encontraba en su apogeo, sintiéndose superior al resto de civilizaciones, lo que justificaba que consideraran salvajes a los sometidos. De hecho, hasta Europa despertaba desconfianza.
Así pues, el modelo de conducta no procedía de Europa, sino de la misma Reina, que –todo hay que decirlo- a veces presentaba unas costumbres un tanto extrañas. De este modo –al no recuperarse de la muerte de su esposo- propugnó la vestimenta azabache (que ella misma llevó los cuarenta años que estuvo en el trono sin él a la vez que le guardaba un asiento en la mesa). Esto produjo una relación con la muerte de manera muy cercana durante toda la época victoriana. Era momento de las historias góticas, lo que explica la gran acogida que tuvo la novela de Bram Stoker.
Pero también era momento de cambios como consecuencia de la Revolución Industrial. Las gentes del campo marchaban hacia la ciudad con la intención de conseguir trabajo. Las mujeres entran en el mundo laboral y comienzan a tener ciertas libertades. Éstas no son del gusto de los tradicionalistas.
Influirá también en la obra el psicoanálisis de Freud (de Viena, y recordemos cómo se considera todo lo que proceda de Europa en ese momento), que se centra en el deseo sexual del ser humano a pesar de que éste intenta sujetarlo mediante la estricta correa de la moralidad y formas sociales. Se explica así la represión sexual existente en la sociedad.
A esto se suma la expansión de la sífilis y los rituales ocultistas sexuales, entre otros asuntos peliagudos.
Todo esto conduce a una época de crímenes (recuérdese a Jack el destripador).
De manera que la obra de Bram Stoker se vincula estrechamente con los intereses y miedos de la sociedad de su época: tabúes sexuales (mujeres liberadas), extranjeros extraños y malignos, etc. Por supuesto, se puede añadir su infancia en Irlanda, empapada de cuentos y leyendas fantasmales.
Pero también hay en la obra mucho del que había sido su héroe: el actor Irving, para el que trabajó como secretario y agente. Sin embargo, la actitud déspota del actor hizo decir a Stoker que era un verdadero demonio (recordemos que Irving fue premiado por su papel de Mefistófeles en Fausto). De manera que dispondrá de poco tiempo para escribir. Así, Drácula es fruto del poco tiempo libre que va consiguiendo a lo largo de siete años.
Otra fuente de la novela la ofrecen las historias de los pescadores de su lugar de vacaciones en el Mar del Norte. Destaca el cuento que relata la historia de un velero ruso que se había encallado en la bahía cinco años antes sin ningún alma (aquí tenemos las primeras páginas de la obra).
En la Biblioteca de Within encontró Relatos del Principado de Malakia, la gran base de su novela. En su interior se cuenta la historia de “Dracul o Diablo”.
Bajo el atardecer es un cuentecillo escrito por el propio Bram Stoker y que pudo inspirarle la terrorífica morada del Conde Drácula. Puede verse una ilustración del mismo para comprender esto. Ayudó el castillo, mejor dicho la ruinas de un palacio isabelino, en las costas de Irlanda donde pasó un verano.
Hasta aquí hemos visto que las fuentes de la obra se encontraban en: el comportamiento británico victoriano, en su desconfianza hacia Europa, el modelo de conducta impuesto por la Reina , la atracción por lo fantasmagórico y truculento (momento de historias góticas y asesinatos sangrientos), libertades femeninas que chocan con la tradición, las ideas de Freíd, el carácter de Irving, relatos de pescadores, castillo ruinoso pero ¿cuál fue el modelo físico de Drácula? Parece que Stoker fue tomando rasgos de la alta sociedad con la que se codeaba Irving. Algunos consideran que los largos cabellos blancos de Drácula se asemejan a uno de los tertulianos: Liszt; ojos y nariz a Irving; el bigote era de Richard Balton; la cara, de William Astrom.
Pero fue en una biblioteca de Londres donde descubriría el rostro base en un panfleto alemán de 1491, donde aparece la imagen de Vlad Tepes.
En la Tierra más allá del bosque encontró la descripción de Transilvania.
Todo esto, junto a folletos donde se indicaban los horarios de trenes – dio material suficiente a Stoker para, sin salir de casa, hacer una concienzuda descripción.
Sin embargo, presentó algunos errores, como colocar a Vlad Tepes en Transilvania en vez de en Valaquia o no tener en cuenta que Drácula significaba “hijo de dragón”, es decir, que su padre pertenecía a esa orden caballeresca del siglo XV.
Continuando con el modelo físico de Drácula, Stoker conocería las obras de terror de Lord Byron (El vampiro) y de Mary Shelley (Frankenstein), con las que tiene en común el tema al miedo a la muerte así como la búsqueda de la inmortalidad.
Parece que la imagen noble, elegante, pálida de Drácula es tomada de la figura de Lord Byron (que comía poco y tomaba vinagre, con el fin de mantenerse delgado y tener una cara pálida). Una imagen muy distinta a la del hombre de armas que fue Vlad Tepes.
A la configuración del mito, se suman los relatos reales de asesinatos como el del mariscal francés (que mató a más de doscientos jóvenes) o los de Elizabeth (quien empleaba la sangre de miles de muchachas a la que mató con la creencia de que su sangre le daría la juventud). Esto nos lleva a la creencia en los poderes mágicos de la sangre en todas las culturas, pero arraigada fuertemente en la cristiana.
De cualquier manera, es posible que Bram Stoker quisiera representar con Drácula la parte reprimida de los seres humanos de la que hablaba Freud junto al tema del miedo a la muerte y el deseo de eterna juventud.
Estupendo artículo, como todos los que sacas en tu blog. Es un gusto visitarte.
ResponderEliminarMuchas gracias. Me voy a poner colorada, que soy de sonrojo fácil.
EliminarHago lo que puedo, aunque últimamente han bajado las visitas.
Muchas gracias por dejar tu comentario. Siempre eres bienvenido.
Además el otro día en mi Nueva Orleáns también trataba el tema del vampiro, pero como símbolo del aristócrata que succiona la vida de las clases necesitadas y se aprovecha de ellas, secándolas cada vez más...
ResponderEliminarJa, ja, ja. Buenísima descripción. Ahora voy a cotillear.
EliminarMe encanta!!!!!!
EliminarDejo el enlace para picar la curiosidad a quien quiera leerlo.
http://buenasnochesnuevaorleans.blogspot.com/2012/02/vampiros-espermaticos.html
Me sorprende ver cómo se puede coincidir en lec turas. Y yo que estaba esperando para hablar de Drácula para el 20 de abril que se celebra el centenario de la muerte de su autor... pero veo que os adelantáis a la temática. Y me encanta. Muy buenas tus aportaciones. También he leído las reflexiones de vampiros de The Night Stalker y me parece que voy a a delantar mi comentario sobre esta obra, porque me habéis animado.
ResponderEliminarAdemás, en mis clases de literatura universal ( ya sabéis que en mi blog hay una parte de literatura, también tiene acceso directo http://clasesmarian.blogspot.com) estoy explicando el Romanticismo y después de Frankestein... que mejor que Drácula.
Gracias por visitarme, también por ponerme ´como blog de referencia ( esto también va para The Night Stalker) . Los que somos blogueros sabemos lo que eso significa.
A los dos eternas gracias y nos vamos leyendo.
Gracias por dejar tu comentario, Marian.
ResponderEliminarDecidí poner las entradas de aniversarios de manera que evitara que coincidieran con la carga que el público va a tener en días concretos. Es una manera de honrarlos durante todo el año. Además, se lo dedicaba a una de mis hermanas por su cumpleaños, pues "Drácula" es una de sus obras preferidas. Esperamos tu entrada con entusiasmo.
Muchas gracias por el artículo. Contiene referencias que no se encuentran en muchas bibliografías.
ResponderEliminarA mí "Drácula" me impactó muchísimo. Lo leí a los 13 años, ¡tres veces seguidas! Seguramente, los cambios propios de la edad también influyeron. Ese año me puse a estudiar taquigrafía, para poder escribir mi diario, como Mina.
Gracias a ti por leerlo y por dedicar tiempo a comentar.
EliminarMe alegra que te haya gustado. ¡Tres veces seguidas! Espectacular. Siempre hay un libro que nos llega más en un momento determinado.Yo me leía cada verano -además de otros libros- una trilogía fantástica que me encanta, "Los tres mosqueteros" y "El Conde de Montecristo" (los dos partes). Hay libros que nos ayudan en la adolescencia por causas concretas.