martes, 10 de enero de 2012

LA FIEBRE DE LOS TEMPLARIOS.

Artículo publicado hace años en L´Artmaniaque.


D
esde hace unos años el tema de los monjes – guerreros ha cobrado gran interés –sobre todo desde cierta revolucionaria  investigación, de la que se hablará a continuación-  para los novelistas y para los lectores sedientos del misterio que rodea a su historia. Y ahora el cine estadounidense ha apostado por tratarlo, a su manera, en La búsqueda, protagonizada por Nicolas Cage. 

            Estas Navidades los estantes de novedades nos presentan libros que apuestan por los templarios. Pero parece que, por lo menos la mayor parte, la novela histórica sobre este asunto se apoyan, sobre todo, en un libro revolucionario y que ahora se encuentra en su decimosexta edición: El enigma sagrado. Dicho libro es creación de tres eruditos cuya investigación comienza a finales de los sesenta, aunque la obra se publicó ya en los ochenta. Se trata de una investigación teórica sobre el cristianismo que intenta resolver incógnitas como las siguientes: “¿Realmente murió crucificado Jesucristo o pudo huir a Europa? ¿Tuvo descendencia? ¿Cuál fue la doctrina seguida por los cátaros y por qué fueron víctimas de un genocidio? ¿Qué posibles verdades describen los textos apócrifos?”.
            En realidad es una obra desafiante que pretende hacer comprender al lector que ciertos dogmas que sigue la cultura occidental, posiblemente, tan sólo son mitos que ocultan una verdad. Es decir, el lector se ve obligado a reflexionar sobre el hecho de que no debemos creer tal cual la Historia que se cuenta, pues ésta viene a ser escrita por los poderosos, que ocultan y modifican a su antojo. Es más sencillo manipular a los seres humanos si éstos tienen fe en una serie de premisas. Al menos, parece aconsejarnos los tres autores, hemos de ser críticos ante los que nos rodea y se nos cuenta.
            Si resultas ser un ávido engullidor de novelas históricas o simplemente tienes cierta curiosidad por entender los sucesos que originaron una religión tan poderosa como la cristiana y quieres conocer aquello que han querido ocultarnos, te aconsejo que te sumerjas en la lectura de este libro. ¡Y puedes añadirlo a tu lista de Reyes!
            También aconsejable es La búsqueda, una película que trae a la actualidad el legado de los templarios, después llamados francmasones. El protagonista parece una especie de Indiana Jones, aunque más verosímil, que dedica su vida a buscar un tesoro que, supuestamente, los templarios ocultaron en EE.UU. en la época de la independencia a fin de ocultarlo de los británicos.
            Aunque al principio parece seguir los presupuestos del libro antes citado, la verdad es que la película estadounidense tira para casa, haciendo protagonista a la primera potencia mundial. Aún así se trata de un punto de vista muy interesante y que ha logrado encajar las piezas para hacerlo lo más verosímil posible.
            Mi consejo es que no te pierdas este largometraje, pero hazlo antes de  leer El enigma sagrado, pues, si no, la película te defraudará un tanto.
            Concluyendo este artículo, te diré, lector, que la época navideña resulta ser uno de los mejores momentos para saber más sobre los misterios que rodean la vida y muerte de Jesucristo, zambulléndote en El enigma sagrado. Tú decides si las incógnitas en torno a este hombre se resuelven o no con las investigaciones de estos autores.

1 comentario:

  1. Pasan los siglos y la afirmación de que la información es poder continúa a la orden del día. Desde la propaganda de la iglesia medieval hasta los telediarios actuales. Y todavía somos lo suficientemente ingenuos como para tragarnos lo que nos dicen unos y otros, otorgándoles enseguida la etiqueta de verdad. Para muestra, los propios templarios. En mi caso, desde siempre han aparecido en las películas como los "buenos". ¿Realmente era así? Habría de todo, por supuesto. Ahora mismo, tomando como ejemplo el legado del videojuego Assasin, convertido en saga, se le da la vuelta a la tortilla, convirtiéndolos en villano. Porque en el fondo, ¿acaso no es la clave el punto de vista? Pues eso.

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Se agradecen los comentarios, especialmente para no sentirme como una loca que habla sola. Saludos.