jueves, 29 de diciembre de 2011

COLÓN ENIGMÁTICO.

Artículo publicado hace años en L´Artmaniaque.

Apenas unos días después del día de la Hispanidad todos estamos de acuerdo en que el viaje de Colón cambió la historia de la Humanidad. Sin embargo, a pesar de la importancia de la labor de Colón, aún hoy existen lagunas respecto a la identidad de este personaje. ¿Era español o italiano? ¿Noble o judío?

En los libros de texto siempre hemos leído que Cristóbal Colón pertenecía a una modesta familia genovesa. Su destino parece comenzar en 1476, en una batalla cerca de las costas portuguesas entre corsarios y genoveses. Según lo que hemos estudiado siempre, un barco genovés, donde se supone que se encontraba Colón, se incendió y nuestro héroe se vio obligado a lanzarse al agua e ir a nado 14 kilómetros hasta la costa portuguesa.

En realidad, poco  dejó escrito Colón sobre sí mismo. Ni siquiera Hernando Colón, su propio hijo y su primer biógrafo, conoce el pasado del descubridor.

Solo una vez se habla de su origen, diciendo que es genovés; pero se trata de un documento falso, pues se ha comprobado que no salió de la pluma del descubridor. Ni siquiera aparece en documentos italianos hasta los siglos XIX y XX.

El haber saltado al agua y nadar hacia la costa en vez de ir hacia otro de los barcos indica que algo quería ocultar. Y lo hizo bien. Pero, ¿qué es eso tan terrible que nadie podía descubrir?

Existen varias hipótesis que pretenden dar respuesta a esta incógnita. Destacaremos tres: unos apuestan por la idea de que Colón era judío y pretende escapar de la persecución de la que eran objeto en esos omentos por orden de los Reyes Católicos; otros, en cambio, consideran que pertenecía a la nobleza, pero era hijo no reconocido; y otros aseguran que para codearse con los altos poderes debía ocultar su origen modesto (tejedor genovés).

Todo había quedado estancado hasta que un investigador, Charles Cerril, se pone como objetivo descubrir lo que oculta con tanto ahínco Colón.

Este hombre reúne un equipo de expertos en diferentes ámbitos (paleografía, antropología, lingüística, psicología) para intentar comprender el personaje.

En septiembre, tras dos años de gestiones, un equipo de investigadores consigue sacar los huesos de Colón de la catedral de Sevilla a fin de extraer el ADN y revelar los secretos que escondió el  marinero. Los restos del descubridor son llevados al laboratorio de la Universidad de Granada. Ahí se analizan los restos a través de dos métodos científicos: el código genético  y la antropología forense.
El análisis de los huesos podría poner solución definitiva. Sin embargo, cuando Miguel Botella (uno de los expertos de la Universidad de Granada) abre  la caja que contiene los restos de Colón, solo se encuentra con fragmentos y cenizas.

Mientras tanto, Charles Cerril, que cuestiona que Colón fuera genotes, marcha a Italia para investigar a fin de conocer la casa donde se supone que nació el descubridor. Allí hubo una familia de tejedores con apellido Colombu. Parece que tenía en torno a los veinte años cuando pasó de tejedor a marine mercante, muy mayor ya para tener tanta experiencia en la batalla de 1476. El investigador llega a la conclusión de que ese Cristófolo Colombu “no es el mismo hombre que descubrió América”.
Otro argumento en contra es que en 1478 se casó con Felipa, hija del gobernador de Puerto Santo. En esos momentos resultaba imposible la unión de un humilde con una noble. De manera que Colón debía pertenecer a familia noble.

Sin embargo, este investigador encuentra otro argumento a favor del origen noble de Colón: un pequeño corte en un fragmento de la mandíbula indica que el cadáver estuvo sometido a descarnamento. La palabra suena tan mal como lo que nombra. Era una técnica mortuoria que consistía en extraer todos los órganos y fragmentar el cuerpo, dejando solo  los huesos. Esta labor solo se llevaba a cabo a reyes y nobles como medida de higiene cuando los restos debían llevarse a un destino lejano. Y así era. Colón murió en Barcelona, pero había querido que lo enterraran en la Española. Y así lo hizo su esposa; sin embargo, a escondidas. Ni siquiera los marineros, por supersticiones, lo supieron.

Cerril visita al especialista en psicología para comprender el perfil de Colón. Dicho psicólogo asegura que el ocultar su pasado viene motivado por el miedo o la vergüenza. Aquí se desecha de nuevo la hipótesis de los modestos orígenes, pues Colón nunca ocultó a su familia, teniendo cerca de sus hermanos. Estos, incluso, viajaron con él en 1492.
Si no fue tejedor, ¿Dónde creció? Cerril apoya la tesis que considera a Colón de origen catalán, que en el siglo XV pertenece al Reino de Aragón.

Allí existía el apellido Colombo, que pertenecía a una familia noble catalana de navegantes.
El haber nacido en el seno de esta familia, explicaría el hecho de poseer una esmerada educación. Educación que no podría haber recibido en el caso de pertenecer a una familia de tejedores.

Cerril cree haberse topado con unas pistas que lo conducen hacia la Teoría del origen catalán. En primer lugar, parece que había capitaneado un barco corsario contra los RR.CC. y eso no le convenía que fuera descubierto por la Corte si quería sus favores para conseguir su empresa. Y es que en la lista de la tripulación de los corsarios aparece un tal Colom de Barcelona como Admirante. Pero no existe dicho nombre en la lista de tripulantes genoveses. Otro hecho interesante resulta serlo la inexistencia de documentos, ni siquiera herencia, en torno a esa familia que lo nombre. El hecho parece apuntar que era hijo no reconocido, pues ellos no podían heredar nada. ¿Tal vez ocultó origen judío? En 1492, se está quemando vivos y expulsando a los judíos.

La respuesta podría estar en los restos de Colón; mas no se ha conseguido una muestra pura de ADN. Así que son trasladados a Texas, que posee una nueva técnica de análisis de ADN para las víctimas del 11 de septiembre.
A la par se hacen análisis lingüísticos y paleográficos de los escritos de Colón a fin de probar la Teoría del origen catalán.

Las pruebas parece que pueden desmentir el origen genovés, pues Colón nunca escribió en italiano, ni a su familia, banquero o italianos, sino en castellano.
El investigador Yzaguirre, que ha utilizado la lexicometría, ha encontrado rasgos en los escritos que rebelan el origen, analizando solo los textos considerados por todos como auténticos.
Seguro, lector, que estás impaciente por saber el resultado de las pruebas. ¿Cuál fue el secreto de Colón?
Los análisis de ADN y lingüísticos muestran que no era un tejedor genovés. El estudio paleográfico indica que la escritura de los textos de Colón coincide con la gótica- cursiva, de influencia catalana, y se deduce que tenía gran cultura, que solo estaba al alcance de los nobles en el siglo XV.
Además el catalán, según Yzaguirre, era la lengua materna, y concretamente la zona central (incluyendo Barcelona).

Así que Colón parece ser catalán educado, pero no se ha encontrado en los supuestos restos de Colón una secuencia de ADN. Mas sí en su hijo Hernando, indicando que pertenecía a raza caucásica. Sin embargo, aún no se sabe si fue o no judío.

Lo cierto es que no era genovés, sino posiblemente de Cataluña, según las investigaciones paleográficas y lingüísticas.
A pesar de todo, no parece ser una cuestión cerrada. Lo que sí ha conseguido esta investigación es reabrir el debate, pero, eso sí, ofreciendo una hipótesis verosímil: Colón fue un corsario que luchó contra los RR.CC. y ocultó su origen por ello.
Sin embargo, parece que el propio Colón deseaba que su secreto no siempre estuviera oculto:

“De ti espero, señor, que la confusión no dure eternamente”.

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