domingo, 7 de julio de 2013

MITOLOGÍA PERSA: LA CREACIÓN.

Ahira Mazda


Según el Bundahishn –una antología del siglo X creada a partir de textos cosmológicos anteriores-, el universo tiene una vida de doce mil años.

 Al inicio, existe Zurvan, un ser andrógino que encarna el tiempo. Deseaba engendrar hijos, que crearían el cielo y el infierno. Para ello debía sacrificarse durante mil años. Casi al final de este periodo, empezó a dudar de la eficacia de tal sacrificio. Fue entonces cuando quedó encinto de gemelos, cada uno con un destino. Decidió dar todo al primogénito, que sería Ahira Mazda , el espíritu del bien. Éste lo oyó y se lo comunicó a su hermano Ahriman (Angra Mainyu), que decidió abrir el vientre a su padre para salir primero.  Al nacer, recordó a éste su decisión sobre el primogénito. Zurvan lo reconoció, pero le advirtió que su mandato duraría nueve mil años. Tras ese periodo, Ahira Mazda reinaría indefinidamente.
Angra Mainyu cayó en al abismo y comenzó el gobierno de Ahira Mazda. Pero se inició una lucha entre ambos espíritus. Ahira Mazda creó el mundo físico, a Gosh (el toro primordial) y al primer ser humano mortal (Gayomard). Angra Mainyu, que por elección propia hace el mal – era capaz de hacer el bien y para demostrarlo creó el pavo real- pretendió destruir el mundo. Dispuesto a ello, corrió por las aguas (que se hicieron saladas), por la tierra (que se convirtieron en desierto), mató a las plantas, al toro y al humano.
El esperma de Gayomard fue conducido al sol; el de Gosh, a la luna. De éste surgieron, de nuevo, las plantas y animales. Del de Gayomard –tras cuarenta años enterrado- aparecería un ruibarbo andrógino, que daría lugar a la primera pareja de humanos: Mashyagh y Mashyanagh.
Se inicia así la primera era de  tres mil años, en la que la luz y las tinieblas aparecen mezcladas en el mundo. Durante este periodo, Angra Mainyu introduce la enfermedad, la codicia y el vicio. Al final, el nacimiento del profeta Zoroastro (Zaratustra) inició la siguiente etapa. A éste se le apareció una de las progresiones de Ahira Mazda. De manera que el profeta va a procurar extender la fe al único dios mientras que Angra Mainyu le lanza una horda de demonios.

Una vez muerto, su esperma se conserva en el lago Hamun. Tras mil años, una  joven virgen que fue a nadar allí se quedó encinta. Nace el siguiente profeta: Soshans.

De la misma manera surgirá el tercer y último profeta. Empezará la batalla final entre el bien y el mal. Lucha en la que participarán todos los anteriores monstruos. El mal será vencido y Angra Mainyu expulsado de la tierra. Ésta volverá a ser plana.






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1 comentario:

  1. Siempre es un placer leer leyendas de otro tiempo. Siento una sensibilidad especial por la literatura persa. Las civilizaciones prehelénicas las estudié un poco más en profundidad en una asignatura de la carrera de libre configuración (cuando las carreras tenían asignaturas interesantes y no parecían clones sin sentimientos) llamada Arquitectura Prehelénica. Me quedé maravillado de los restos de diferentes culturas, y entre ellas, claro está, la persa. Civilización que muchas veces queda en segundo plano por la alargada sombra de griegos y romanos, pero su importancia queda fuera de toda duda. Los restos de palacios que tenemos a nuestra disposición nos dan algunas ideas de su magnificencia, recordada hoy aquí por esta entrada de su mitología.

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