martes, 14 de mayo de 2013

EL DIABÓLICO BLUES

La curiosidad de hoy une la música con la superstición. ¿Por qué se consideraba el blues y sus descendientes musicales como diabólicos?

Parece que el origen está en el sur de EEUU. Un hombre negro cogió una guitarra, pero tocó tan mal que todos se rieron de él. Sin embargo, seis meses después, dejó asombrado al mismo público. ¿Cómo lo justificó? Se extendió el rumor de que ese hombre, Robert Johnson, había esperado a la media noche (tengamos en cuenta lo peligroso que era para un afroamericano rondar las calles a esas horas durante los veinte y treinta del siglo pasado) en una encrucijada. Allí apareció el demonio, que cogió la guitarra y la afinó para aquél a cambio del alma.

La superstición aumentó con la extraña muerte de Robert Johnson, quien no llegó a los treinta. Parece que un marido envidioso lo envenenó. Mas la mente del pueblo lo achacó a que el demonio se había cobrado el alma.

Se dice que los acordes característicos del blues (que serán los mismos que luego tomará el Rock) habían sido eliminados tiempo antes por la Iglesia, pues representaban el seis, seis, seis.

Podéis oír a Robert Johnson  AQUÍ. Os dejo más de su música.

Si te gusta la entrada, suscríbete a El ballet de las palabras: el blog cultural. by Email

3 comentarios:

  1. ¡Bueno, bueno, bueno! Algo de lo que nunca hemos hablado (creo) y me lo sacas en el Ballet de Palabras. La figura de Robert Johnson me obsesiona: una prueba de nuestra conexión mental. Efectivamente, murió en circunstacias muy extrañas y él mismo alimentaba la leyenda. Te dejo, si me permites, un poema que ya has leído, que va inspirado en una de sus más famosas canciones "Hellhound on my trail".

    BLUES DEL GATO

    Me persigue un perro negro,
    un sabueso del infierno;
    no es el amor de Bukowski,
    es algo mucho peor:
    es el del viejo cantante,
    una maldición sin nombre,
    una historia para niños,
    una tiniebla feroz
    sobre el umbral de las fauces
    llama ladrando desde el otro lado.

    Sólo importa la mirada del gato,
    su mirada blanda de sabor pétreo
    eso delimita la eternidad,
    el tiempo recobrado a la distancia,
    las sombras del papel de aluminio,
    del arrugado y ambivalente sueño
    entre la sed y la mediocridad.

    Se teme al futuro por tres razones:
    la incertidumbre de una enfermedad,
    la muerte, el fracaso, y el silencio
    (muerte y fracaso son la misma cosa).
    Se teme por eso y por la espuma,
    por la falta de identidad del miedo.

    Sólo importa la mirada del gato,
    la fiel doctrina sobre la noche densa,
    la inmediatez del agua y esa tensa
    piel del niño en su terror a fracasar,
    a incumplir el deseo de un eje
    roto, de un grillete de soledad.

    Me persigue un perro negro,
    un sabueso del infierno
    de una bruja que perdió
    el norte y un hombre. Ahora
    puedo escucharlo ladrar
    sobre el umbral de las fauces.
    Llama luchando desde el otro lado
    como una espuma feroz.

    No es el amor de Bukowski.
    Es algo mucho peor.

    http://buenasnochesnuevaorleans.blogspot.com.es/2012/07/la-mirada-del-gato.html

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues no habíamos hablado nunca de este tema. Sí que vamos a tener una conexión, je.

      Tienes permiso para colgar lo que quieras y más si son poemas.

      Debéis visitar el blog de este poeta que es, además, un espectacular prosista: Buenas Noches, Nueva Orleans.

      Eliminar
  2. Siempre aprendo de vosotros, je je. La verdad es que sí que hay una conexión evidente no ya entre vosotros, sino entre el estilo del cantante y el de Fernando, ¿no?

    ResponderEliminar

Se agradecen los comentarios, especialmente para no sentirme como una loca que habla sola. Saludos.