jueves, 14 de febrero de 2013

CARRERA POR OBLIGACIÓN

Uno de los problemas ante los que me he hallado como profesora es que todavía existen padres que ponen trabas a sus hijos respecto a lo que desean hacer. Sí, querido lector, seguro que te parece anacrónico y poco inteligente -rayando la inmoralidad-, pero me veo en la obligación de asegurar  que hay más casos de los que debería. Muchos creerán que lo hacen por el bien de sus hijos, sin percatarse de que esa no es la manera de educarlos. A veces resultan los propios padres los mayores enemigos de sus hijos. Y así sucede en los casos mencionados, ya que producen tal angustia  que da lugar a diferentes sentimientos que acaban en una depresión aguda.El alumno, en un momento u otro, llega a sentirse no sólo infeliz, sino un auténtico imbécil, un desgraciado que no vale para nada. Obviamente cada cual puede ser útil a la sociedad -que ese es el fin- de diferentes maneras; es decir, cada uno tenemos unas inquietudes y capacidades que nos hacen muy válidos para ciertas cosas. Y he dicho inquietudes, sí, porque las capacidades del ser humano son muchas, pero han de cuadrarse con las inquietudes en un equilibrio casi sublime.Los chicos lo expresan muy claramente: me llena. Si esto no se consigue, produce frustración. ¿Qué padre -en su sano juicio- quiere hacer a su hijo infeliz?

Enseñamos a nuestros hijos algo que no es cierto: hay carreras más importantes que otras, con unas te mueres de hambre...De verdad que me parece estar en el Antiguo Régimen cada vez que oigo pamplinas por el estilo, pues estamos dando a entender a nuestro hijo que es un auténtico pringado por el hecho de valer para algo. Así no va a curarse la sociedad. Más bien contribuimos a empeorar la enfermedad.

Un buen padre guía a los hijos para que tome sus propias decisiones. Los conduce para que sean la mejor versión de sí mismos. ¿Cómo puede serlo si se coarta su valía? Hay que enseñarles a valorar el esfuerzo, pues cualquier camino -Letras o Ciencias- es costoso. Sin embargo, se hace más gustoso cuando es lo que verdaderamente quieres. El éxito no está en unas carreras u otras, sino en el esfuerzo y la valía. Alguien puede tener capacidades para ser físico, pero resulta uno horrible, porque no es lo que le da vida.Por contra, es posible que sea un magnífico poeta que sobresalga.

Hemos de educar bien a nuestros hijos para que sepan seleccionar su camino, esforzarse el máximo en él con el fin de que se sientan completos.Que sean felices.


2 comentarios:

  1. Este es un importante problema de nuestra sociedad de hidalgos del XVII y nuestro sistema educativo tan demencial como clasista. En primer lugar, como parece ser que el trabajo mancha, está claro que la educación obligatoria está pensada para progresar por la línea bachillerato (casi obligatorio también ya) - universidad, como prueba el hecho de que en España se decanten por la FP 1/3 de los alumnos, mientras que en el resto de los países avanzados de Europa son los 2/3. Resultado: millares de alumnos que a los quince años ya se plantan y se desentienden de unos programas que no les interesan o les superan, fracaso escolar, títulos basura, excendente de licenciados... Creo que una cosa buena que quiere hacer Wert es potenciar la FP. Independientemente de que este señor no nos guste por otras muchas cosas, entre los sectores que se le enfrentan, hay mucho paniaguado del viejo y catastrófico sistema que lo que está haciendo es defender sus privilegios, no perdamos esto de vista.

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  2. El problema sigue siendo en la enseñanza, sigo insistiendo, en la falta de exigencia. Creo que es un error mantener a un alumno hasta los 16 años en el instituto cuando sus cualidades son claramente de FP. Sí comparto con que la educación sea obligatoria, cuanto menos, hasta esa edad, pero para que un alumno pueda salir antes del instituto y comenzar a formarse en un programa de formación profesional, se necesita que ésta sea exigente y de calidad, no cualquier apartadero de niños con los que jugar al ping-pong de "te mando para allá que yo ya te he sufrido bastante", como demuestran la antigua Garantía Social, o los PCPI's actuales, e incluso en la Reforma que Wert propone, abrir el espectro a los alumnos con materias suspensas para que llenen los Módulos de Grado Medio con tan sólo un año de cualificación profesional. Evidentemente, esto mejora los datos de fracaso escolar, pero como tantas otras cosas, únicamente sobre el papel, porque en la práctica seguimos formando paletos, quienes cada vez tienen más ejemplos a su favor sobre que se puede triunfar y prosperar sin dar un palo al agua.
    Sobre el inicio del artículo, totalmente de acuerdo contigo, Patricia. El buen padre es el que se preocupa en comprender a su hijo y a ayudarle a vivir su vida, no la que él querría que fuera, o la de otros padres que se dedican a vivir la vida que ellos no tuvieron en sus hijos, lo que resulta más patético si cabe. Lo fundamental de un profesional para que sea bueno en lo suyo reside en que esté contento con lo que hace, y para eso le tiene que gustar. El tema dinero, lamentablemente, mueve el mundo, pero la mayoría de personas renunciarían a una porción de salario por poder dedicarse durante su vida a algo que les llena, como bien dicen los chavales.

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Se agradecen los comentarios, especialmente para no sentirme como una loca que habla sola. Saludos.