La medida del Gobierno español de retirar la asistencia sanitaria a los inmigrantes y algunos parados ha creado numerosas protestas y reflexiones tanto entre el pueblo como entre los profesionales. Aparece un argumento principal -el moral, que siempre es el intelectual- que refleja la idea de que todos los seres humanos somos iguales y hemos de cuidar unos de otros. Obviamente eliminar la atención médica a humanos - ya sean con papeles, sin ellos, blancos, negros o hasta rosas- es como dejar que alguien muera. De modo que resulta un asesinato premeditado. Actitud propia de un sociópata. En segundo puesto aparece el hecho de que este Gobierno quiere obligar, a lo dictador, que los trabajadores en Sanidad caigan en perjurio. ¿No recuerda que han realizado el juramento hipocrático? Uy, claro, que las promesas para él se las lleva el viento.
Antes de que explote por el disgusto ante tanto inepto con poder (como me gustaría que las Navidades se adelantaran este año sólo para que los tres fantasmas dieran una buena lección a más de un político o que hiciera acto de presencia un héroe nacional al estilo "EL TÍO LA VARA") voy a pasar a presentar la reflexión que Paco ha publicado en su blog. Esta que os traigo hoy me ha parecido muy interesante. Podéis leer el buen artículo que he tomado de "El Bisturí" aquí.
De nuevo gracias Patry, pero todo lo que tú escribes aquí lo suscribo.
ResponderEliminarGracias a tus seguidores también, porque se nota cuando entran.
Un abrazo
Me alegra que tenga más alcance tu blog, donde siempre tienes cosas interesantes.
EliminarBesos
Están cerrando centros de Cruz Roja de atención a la drogodependencia, que ha visto reducido su presupuesto en un 61% (según los mandamases, no son recortes sino ajustes, je, je). Otro atropello más a las libertades de todos, al trabajo por hacer un mundo mejor, por recuperar para la sociedad a personas que necesitan ayuda. Vivimos en un mundo que ahora se queja porque les tocan sus privilegios, pero cuando tocan los de los demás, ni se enteran, o, como ahora pasa con Sanidad o Educación, "que se jodan", "para que se enteren, que yo también estoy mal". Así somos de egoístas. No nos damos cuenta que la medida con los inmigrantes, por ejemplo, lo que crea es racismo y violencia, empujándonos un poco más hacia ese fin del mundo que si no maya, que queda muy lejos, sí parece propio de una autodestrucción entre nosotros, mientras los auténticos causantes de la crisis nos observan sonrientes desde sus torres de marfil.
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