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lunes, 28 de mayo de 2012

MIGUEL HERNÁNDEZ EN LA ESTÉTICA DE LAS VANGUARDIAS DEL 27.





Anteriormente ya hemos estado comentando el ciclo de conferencias que honró la memoria de Miguel Hernández.

La sesión comenzó con la intervención de DÍEZ DE REVENGA y su conferencia sobre “Miguel Hernández en la estética de las vanguardias del 27”.
Pues bien, Díez de Revenga nos expone que cuando Miguel Hernández llega a Madrid, todavía es momento de las Vanguardias. Quiere hacerse un sitio, por lo que su primera obra estará sujeta a esta corriente.
Juan Ramón Jiménez llegará a insinuar que la renovación poética, que la poesía pura llegará con Miguel Hernández.
Hemos dicho que nuestro poeta se quiere integrar en el grupo poético del momento, que sería la generación del 27. Y lo conseguiría. Tanto es así que sus integrantes le recordarán con cariño en sus escritos posteriores. Así, Guillén le recuerda ejercitándose en el manejo de los decasílabos basándose en Cántico, obra que influirá en algunos versos de Perito en Lunas. Lo que pretendía el poeta orihuelense era llevar la expresividad de Guillén a su mundo pastoril.
En cuanto a Gerardo Diego ve que su obra se relaciona con el movimiento del momento, el neogongorismo y vuelta a Calderón. Además observa la influencia de Aleixandre, Quevedo, Lope, Neruda y Guillén. Incluso vincula las octavas de Hernández con acertijos, técnica también practicada por Salinas, con la diferencia de que éste daba la solución.
Miguel Hernández mantendrá una gran amistad con Vicente Aleixandre desde septiembre de 1935, momento en que nuestro poeta le pide a Aleixandre un ejemplar de Destrucción o el amor.
Cernuda también dedicaría unas palabras de elogio a Miguel Hernández en Estudios sobre la poesía española contemporánea.
Por último, el ponente habla de la relación Rafael Alberti con M. Hernández, estudiada por R. Pérez Álvarez.
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