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miércoles, 25 de enero de 2012

SETENTA AÑOS DE LA MUERTE DE MIGUEL HERNÁNDEZ. PARTE III.


Leer también: parte I y II.

E
n esta entrega pasemos a la etapa científica, es decir filológica del Congreso (o lo que debía haber sido filológica). Para ello debemos comenzar con el día veintiocho.
A pesar de haberse tomado numerosos apuntes, aquí, a fin de no alargarse se hará un resumen de cada intervención. En este artículo, por la extensión de acto, nos centraremos en la primera conferencia.

Agustín Sánchez
            Primero tuvo lugar la conferencia de don AGUSTÍN SÁNCHEZ VIDAL  sobre “imágenes para un poeta”. Resultó una intervención muy interesante que vinculó a nuestro poeta con el grupo de pintores y escultores de la Escuela de Vallecas, siendo un punto de vista  original.
Sus explicaciones fueron bastante amenas, pues iban acompañadas con diapositivas, principalmente de obras pictóricas.
En primer lugar, Sánchez Vidal relacionó Juego  lúgubre, de Dalí, con la octava XII (“Lo abominable”) de Perito en Lunas, de nuestro poeta.

Aunque amargas, y sólo por momentos,
tendremos palmas en las manos todos;
palmas, que las mayores en los vientos,
no han de alcanzar, ni ardiendo, los dos codos.
Entonces, posteriores sufrimientos
nos harán leves, libres de los lodos:
las ultimas mejillas, viento en popa
Juego lúgubre, Dalí.
irán sobre la un punto china Europa.

De aquí, Sánchez Vidal pasa a centrarse  en la etapa  comprendida de 1932 a 1935, como momento en que Miguel Hernández madura su poesía de Perito en lunas a Rayo que no cesa.
Sánchez Vidal nos hizo comprender la relación existente entre Perito en lunas y las técnicas pictóricas del momento. Así, considera Perito en Lunas como un libro  visual, es decir, como un libro que emplea tanto la técnica cubista como otras técnicas pictóricas. De manera que abundan los bodegones poéticos dedicados a la granada, al higo, etc., vinculándose con el cubismo. Y lo ejemplifica haciendo referencia a Benjamín Palencia y aun cuadro de bodegón dedicado a la granada, viéndose relación con el poema hernandiano, también dedicado al mismo fruto.
Otra vinculación que se presenta la constituye la octava XI, tratándose de un bodegón más austero, una mesa pobre, con el bodegón pictórico de Alberto Sánchez, donde los protagonistas de la mesa pobre son el pan y el ajo. A su vez, nos vienen a la mente la Nanas de la Cebolla.




Ejemplo de la consideración  de plasticidad de Perito en Lunas lo constituye el hecho de que nuestro poeta explicaba el libro por medio de tiza. Y esto hace que recordemos la importancia del cartelismo en aquellos momentos, relacionándolo con las ferias de muestra. Aquí destaca Maruja Mallo  con su visión de lo castizo, pero a la luz de las vanguardias, sobre todo del futurismo. Sus carteles presentan un espacio donde se relaciona lo castizo y lo moderno, con dinamismo un dinamismo que recuerda a lo cinematográfico.
El torero más valiente (1934) es una obra teatral de nuestro poeta, una pieza de transición entre el pasado vanguardista de Perito en Lunas y el cambio hacía la Escuela de Vallecas. En el final de la obra aparece una barraca de feria, recordando al cuadro de Maruja Mallo donde, en el fondo, aparece un retablo con un torero y un toro. Lo que ha sucedido a lo largo de la obra se resume al final en la barraca de cera. De manera que es vinculable a la obra pictórica.
El torero es Ignacio Sánchez Mejía , muerto hacía poco.
A continuación, se pasó a hablar de la versión que Miguel Hernández hizo de El Silbo Vulnerado, que pretendía que fuera ilustrado por Palencia, cuyas pinturas y esculturas del momento tratan sobre aves, perdices.
Miguel Hernández, recitando al pueblo.
Además se presenta Los hijos de la piedra como obra dramática de transición entre su auto sacramental y obras relacionadas con un fin más político. Aquí se observa la fuerte influencia de la Escuela de Vallecas, que tiene una visión ruralista como decadencia de las vanguardias. Al crecer la urbe, se idealiza el ambiente rural y todo lo relacionado con el campo, resaltando la geología. Se trata de una consideración idealizada del pueblo, pero comprometida.
Miguel Hernández y Maruja Mallo compartirán una relación estrecha, que provoca la influencia de ésta en aquél. Así, la evolución pictórica de la pintora se ve reflejada en el poeta. Ejemplo es que la tercera manera de Maruja Mallo fue la vegetal  y geológica, momento en que escribe Miguel Hijos de la Piedra.
Por último, Sánchez Vidal vinculó el Rayo que no cesa con los títulos a manera poética de las obras de Alberto Sánchez. Además afirma que la metamorfosis de pájaro a toro en la obra hernandiana se entiende por medio de las esculturas de Alberto, porque en ellas no se distinguen pájaros y toros. También relaciona Escultura horizonte: El pueblo de España tiene un camino a la luz, de Alberto Sánchez con el prólogo de Viento del pueblo, de Miguel Hernández, en cuanto a la proclamación de una España leal.
Para concluir se puede decir que es un punto de vista muy curioso para entender la evolución de la obra hernandiana.

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