Las bajadas de sueldo, el paro, el descenso de las pensiones, la eliminación de puestos necesarios, el robo de la banca, la subida de impuestos han llevado a situaciones anacrónicas y amorales como que los habitantes no puedan costear su salud (y sean abandonados) o su educación (eliminación de centros públicos, por lo que hay menos plazas y las familias se ven obligadas a marchar a centros concertados y privados que, encima, la hipocresía típica española ha dado como mejores sin serlo, dando lugar a la gente a guardar las apariencias; familias que no pueden hacer frente las subidas de tasas de las universidades y máster a precios estratosféricos que encima no siempre son de buena calidad o antes estaban incluidos en las carreras - ¡maldito Bolonia!-; familias que no pueden pagar la prueba de PAU (antigua selectividad) con lo que no tienen ni la opción de acceder a la universidad; familias que no pueden dar de comer a sus hijos de manera decente). Ni os imagináis cómo se ven estas tragedias en los centros educativos.

Muchos profesores -a pesar de esa imagen diabólica que se les ha dado por unos interesados en volver a la segregación entre privilegiados oligárquicos y el resto de la población- ponen dinero para que los niños puedan desayunar o para que tengan la posibilidad de hacer el examen de selectividad.

Como decía, los profesores no están montados en el dólar y menos los interinos. Como el resto de ciudadanos tienen problemas para llegar a fin de mes, para alimentar a sus hijos, para pagar su hipoteca... Los desahucios los sufren igual que el resto. Y, aún así, ayudan a los hijos de los demás, a pesar de lo que mienta cualquier amoral personaje. Todos somos uno.
Se ha convocado para el día 8 una marcha contra la impunidad.
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¿Por qué no habla Figar, o alguno de sus amiguitos, del hecho de que los profesores paguen de su bolsillo las tasas de algunos alumnos para que puedan desayunar o ir a la PAU? ¿En qué periódico o telediario ha salido? ¿Y ya puestos, en qué trabajo no se pagan las horas extras y aún así las hacemos sin que nadie nos obligue, simplemente por nuestra ansia de buen hacer? Esto es para los "listos" que critican sin saber a los profes y nos llaman vagos redomados. ¡Ay, Dios mío! Cree el ladrón que todo el mundo es de su misma condición.
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