Páginas

domingo, 28 de febrero de 2016

MITOLOGÍA DEL AMAZONAS: CREACIÓN DEL MUNDO



Para algunas tribus amazónicas de la zona colombiana,   la creación del mundo parte de una mujer chamán llamada Romi Kumu, madre del cielo y abuela de todos los seres humanos. Con un ungüento, contenido en una calabaza, era capaz de tener el aspecto de una joven hermosa por el día y vieja y fea por la noche.

En el origen, el mundo no era más que roca. Romi Kumu hizo una plancha con arcilla y la sujetó con tres montañas que sirvieron como pilares. Ella habitaba el cielo. Pero un día, las montañas se resquebrajaron y la plancha cayó sobre la tierra, que se convirtió en el mundo inferior, mientras que la plancha es nuestro mundo. En el borde oriental, Romi Kumu creó la Puerta del agua, que, una vez abierta, provocó una gran inundación.

Cuando el agua se introdujo en las casas, los objetos se transformaron en animales feroces que comenzaron a devorar a los seres humanos. Del gran recipiente que guardaba la cerveza surgieron enormes anacondas; de las vigas, caimanes; de las pequeña piezas de terracota, pirañas. Los seres humanos que no fueron su alimento se ahogaron. Los únicos que sobrevivieron fueron aquellos que habían construido canoas del árbol kahuu. Llegaron sanos y salvos a una montaña. Sin embargo, cuando comenzó a desembarcar más, los víveres no eran suficientes y comenzaron a comerse unos a otros. Por fin, un día, cesó el diluvio y salió el sol. Pero comenzó a hacer tanto calor que la tierra se incendió.

Romi Kumu, que tenía dos hijo y fue la creadora de los seres ancestrales . Éstos descubrieron la existencia de la calabaza con ungüento extraordinario (a base de cera de abeja) que otorgaba la juventud.  La persiguieron hasta el oriente para conseguirla. Ella les dio la calabaza, pero cuando se dieron cuenta de que no era la misma, intentaron matarla. Romi Kumu tuvo que entregarles la verdadera calabaza y  huir por la puerta del cielo, donde se convirtió en las Pléyades. Esa calabaza es la misma que las tribus emplean ahora en los ritos de iniciación








Si te gusta la entrada, suscríbete a El ballet de las palabras: el blog cultural. by Email

2 comentarios:

  1. En todas las civilizaciones -por pequeña que sea la comunidad- aparece siempre la necesidad humana de dar respuesta a la inquietud de su propia esencia.
    Me ha gustado mucho conocer esta historia, gracias por tu entrada.
    Isabel F. Bernaldo de Quirós

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias tanto por tus palabras como por dedicar tiempo a escribirlas. Quedas invitado a bailar entre palabras. Por otra parte, siempre me ha aparecido interesante justamente esa necesidad de cada civilización de explicar el mundo y registrar su huella. Resulta curioso, además, que tantos relatos mitológicos de distintas civilizaciones coincidan en algunos aspectos.

      Eliminar

Se agradecen los comentarios, especialmente para no sentirme como una loca que habla sola. Saludos.