La
curiosidad de esta semana tiene que ver con uno de los autores más relevantes
de la literatura mundial, Tolstoi.
Pocos saben
que el escritor fue un vegetariano convencido, lo que se describe en su obra Últimas palabras. En ella indica que deberíamos vivir según la ley
de Cristo, esto es:
Amándonos
los unos a los otros, siendo vegetarianos y
trabajando la tierra con nuestras propias manos (…) Alimentarse de carne es un
vestigio del primitivismo más grande. El paso al
vegetarianismo es la primera consecuencia natural de la ilustración.
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