La
caracterización del Barroco hispanoamericano ha sido profundamente estudiada.
No es exactamente lo mismo que el Barroco peninsular
Como en la
Península, en el Barroco hispanoamericano existe la contención porque el
autor no se deja llevar. Pero esto viene impuesto en el Nuevo Mundo por las
circunstancias propias; es decir, el gran poder que tiene la Iglesia, que lleva
a cabo su doctrina al arte, y es ayudado por el poder civil, que a veces se
centra en la misma persona. La Iglesia controla la cultura.
El
siguiente punto en común sería el embellecimiento, más extremo en el
Nuevo Mundo.
No ha que
olvidar la tendencia de fusión de diferentes artes (en el caso de
Balbuena, las letras con las artes plásticas).
Sin
embargo, sobresale la transcendencia de ideales religiosos.
Para
entender el barroco hispanoamericano, hay que referirse a las poéticas que
aparecen en Hispanoamérica a principios del XVII (Compendio apologético, de Balbuena). La norma estética viene de la
concepción filosófico- teológica que tiene el clero. En este pensamiento
(relacionado con Aristóteles), Dios es el centro de todo y, por tanto, lo
creado debe ordenarse de tal modo que facilite al hombre el acceso a Dios. La
norma verá la poesía como medio de alcanzar la divinidad, que es el Bien y
posee la felicidad verdadera. De tal modo que la poesía pasa de ser sirviente
de la política a servir la fe. Entonces, se identifican estética y ética de
manera que sólo lo bello es bueno. Es esa fe cristiana lo que caracteriza el
barroco hispanoamericano. Es una teologización de arte distanciada del concepto
de literatura que tiene la Península. El poeta es considerado hombre sabio y
vicedios por su capacidad crear más que imitar.
En
cuanto a la cronología del Barroco hispanoamericano, puede situarse su inicio
entre 1575, con la exaltación de la poesía por medio de las poéticas, y 1585,
año en que Balbuena termina Siglo de oro
en la selva de Erifile, obra con la que rompe las tres unidades; y se puede
dar como fin la publicación de los Infortunios
de Alonso Ramírez en 1690 y con un pensamiento más ilustrado.
En el periodo que va desde 1575 o 1585 a 1700,
llamado Barroco en Hispanoamérica, se cultivan los mismos géneros que en el
Renacimiento, pero superándolo en calidad y cultivo de nuevos géneros (algunos
que habían sido olvidados). Dará también grandes poetas y una extraordinaria
poetisa, sor Juana Inés de la Cruz. Pero, sobre todo, al padre del Barroco
americano: Bernardo de Balbuena.
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