Alguien, de muy malas formas y con la cobardía del anónimo, decía que no pongo mis fuentes. Cuando las tengo, es obvio que las indico, pero hay que leer. Aunque he de decir que cualquier profesor de Lengua que se precie ha llegado a las mismas conclusiones antes de leer el libro en cuestión. Dejo aquí la información para aquellos que no siguen los enlaces.
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Se agradecen los comentarios, especialmente para no sentirme como una loca que habla sola. Saludos.