El blog cultural (literatura, sociedad, aniversarios, curiosidades)de una docente que busca el ciudadano inteligente y cívico que no pueda ser manipulado ni engañado. Formemos ciudadanos de bien (ideal del XVIII).
La sola mención de su nombre me pone triste. Víctima de la sociedad, del personaje, de la fama, de todos los que se aprovecharon de ella. Un buque a la deriva que únicamente ansiaba ser feliz y que la reconocieran por su profesión, y no por su físico o su dinero. Una pena su final, que pone de manifiesto, como tantas veces, la degeneración de la sociedad, aún hoy más deteriorada que en los años sesenta (sólo hay que ver el mundo del periodismo del corazón).
La sola mención de su nombre me pone triste. Víctima de la sociedad, del personaje, de la fama, de todos los que se aprovecharon de ella. Un buque a la deriva que únicamente ansiaba ser feliz y que la reconocieran por su profesión, y no por su físico o su dinero. Una pena su final, que pone de manifiesto, como tantas veces, la degeneración de la sociedad, aún hoy más deteriorada que en los años sesenta (sólo hay que ver el mundo del periodismo del corazón).
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