Estoy cansada de esa estrategia añeja de descrédito hacia el profesorado, del ataque de los deficientes corruptos contra los que pueden ayudar a hacer de esta sociedad algo decente -cuanto menos. ¿Ese es el miedo: que despierte la ciudadanía y se dé cuenta de que los acomodados ladrones son el enemigo a combatir y no los profesores? Me da lástima afirmar esto, pero creo que los inmorales se van saliendo con la suya (otro siglo más): arrastran a un rebaño hacia el precipicio tras haber asesinado a los pastores.
Figar, la que emplea lo público para apoyar lo privado, sigue con la estrategia de la mentira que le enseñó su mentora.
CCOO se queja del la estrategia de descrédito que emplea el PP contra el profesorado
Y todo para, en esta época de matrículas, promocionar la educación privada y concertada a pesar de que esos docentes no han pasado un examen y muchos son obligados a dar conceptos inadecuados, así como doctrinales.
Lo que pasa en este país no pasa en muchos lados, de eso estoy seguro. No estoy en contra de la educación privada, ni de que haya colegios de esa índole, pero siempre por detrás de lo público. Me explico: en todas las zonas y distritos, primero hay que asegurar que todas las familias tengan la posibilidad de acceder a un colegio o instituto público. Cuando se hayan satisfecho estas necesidades, si se puede, me parece bien que haya también un colegio privado, y que los padres tengan la voluntad de decidir, según un ideal religioso o moral, eso sí, sin tener la sensación de que en un sitio van a regalar las notas. ¡Ah! Y por supuesto, autogestión. El dinero público debe ir a lo público (Pongo este último comentario porque aunque parece una afirmación obvia, las pruebas demuestran que no está tan claro en la realidad).
ResponderEliminar