Una
novela de tema mitológico es la que el periodista Felipe Galán nos presenta
tras su incursión en la literatura infantil. Un relato basado en la idea del
inframundo maya, Xibalbá, pero narrado con tanta naturalidad que la presencia
de divinidades resulta verosímil. Y dicha sensación aumenta con el empleo de la
lengua maya por algunos personajes, así como en la separación de capítulos.
Es,
entonces, una novela mitológica, con recuerdo sutil a la épica y a la
literatura de misterio, pero, en especial, una obra de evolución, donde la
protagonista, Ixchel, de dieciséis años, va a madurar gracias a una serie de
vicisitudes.
El
relato se ubica en el siglo XIX en la Península de Yucatán en un momento en que
la mayoría ha olvidado la cultura de sus antepasados mayas. Todo se siente como
leyenda. La narración gira en torno a la joven, quien ha perdido a su madre,
para ella, en extrañas circunstancias. A diferencia de su padre y el resto de
la comunidad, que creen que los ha abandonado, Ixchel no lo ve propio de su
progenitora. Mientras, algo la atrae hacia el cenote, donde se sumerge para
conseguir tesoros que su padre vende. Sin embargo, un día descubre un objeto
extraño. Desde entonces van a encadenarse enigmas, asesinatos, manuscritos,
mitología, descubrimientos, cultura, enfrentamientos y una serie de aventuras
que conducen a la misma puerta de Xibalbá, el inframundo maya. Todo bajo la
atenta mirada de antiguas divinidades que se ocultan de los seres humanos.
Una obra
de gran interés, bien documentada y de una bella configuración. Un extraordinario
regalo navideño de entretenimiento y aprendizaje. Además, con un bello gesto,
pues no hemos de olvidar que parte del coste va destinado a fines benéficos.
Os refresco esta crónica sobre la presentación del libro en Nacional Geographic: la cultura maya y La Sombra de Nayá. Incluye un asombroso vídeo.
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