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domingo, 25 de noviembre de 2012

LA MITOLOGÍA DE LA PENÍNSULA IBÉRICA: LA CREACIÓN DEL MUNDO Y GRITÓN.




Al principio de los tiempos, según los antiguos habitantes de la Península Ibérica, existía un mar infinito, en quietud y silencio. De él procedían todas las cosas y rodeaba a su hija Tierra. Una noche –de miles de siglos- el Mar yació con ella. Agotado, se acurrucó. Entonces, Tierra sintió los cálidos rayos solares. Apartó a su padre y se levantó. Dio a luz a todo. El siniestro silencio que hasta entonces inundaba el mundo, se rompió por el canto de los pájaros, el mugir de las vacas y el llanto del primer bebé.

Entre los primeros niños se encontraba uno que había hecho patente su llegada al mundo con monumentales gritos. Por eso recibió el nombre de Gritón (Gerión en griego). Era hijo de Espadoro (Criasor en griego, primer rey de Iberia, la rica ciudad de Tartesos,  e hijo de la Gorgona Medusa, pues surgió de una de las gotas de sangre que salieron de la cabeza de ésta cuando el héroe griego Perseo se la cortó) y Fuentermosa (Calince en griego, hija del Mar). Su madre había ido a dar a luz a las aguas del río Tartesos (hoy Guadalquivir). Y nació Gritón con enormes alaridos. Pero esto no resultó lo más extraño. ¡Tenía tres troncos, tres cabezas y seis brazos! Además, cada una de las espaldas estaba decorada por unas alas.

En seguida, Espadoro creyó que era resultado de la maldición divina. Así que, para ocultarlo a sus súbditos, no se le ocurrió otra cosa que se arrojar al recién nacido al mar. Azorada y entre sollozos, la reina aseguró que la culpa de todo la tenía ella, pues, componiéndose el reino de tres islas en el delta del río, había rogado a los dioses que alumbrase a trillizos, con el fin de que cada uno se quedara con una de ellas.

Al escuchar a su esposa, Espadoro hizo llamar a un anciano adivino, un poeta barbudo. Cuando éste vio a Gritón dijo:

Uno vale más que tres,
Pero tres valen más que uno;
Lo mejor es tener uno
Siempre y cuando sean tres.

El anciano les explicó que los dioses, en un principio, iban a acceder a las peticiones de Fuentermosa, pero se dieron cuenta de que podía surgir la discordia entre los hermanos. Por eso pusieron dos piernas sólo, aunque ayudadas por las alas para que pudieran sostener los tres cuerpos.

Esto alivió al rey. Ya no se desharía de su pequeño. Decidió convertirlo en un buen dirigente.

Y Griñón fue creciendo. Llegó a ser un verdadero gigante, por lo que siempre ganaba todas las competiciones deportivas. A esto se sumaba su extraordinaria inteligencia, ya que era triple. Su maestro, el anciano adivino, estaba sorprendido ante la capacidad de Gritón, que en poco tiempo había aprendido lo que él había tardado una vida. Cada una de las cabezas se dedicaba a una cosa: la de la derecha a aprender las grandes epopeyas; la izquierda, los conocimientos científicos y la del medio coordinaba las otras dos y tomaba las decisiones.

En la guerra también era poderoso, pues sembraba el pánico en el campo de batalla. Las huestes enemigas huyeron, pero Gritón sobrevoló la montaña donde se habían ocultado. Tomó entre las manos una negra nube, la estrujó con sus fuertes manos para provocar una enorme tormenta que ahogó a los enemigos de su padre.

Mas era pacífico y no le interesaba conquistar. De modo que cuando heredó el trono de   su padre se dedicó a mejorar y ayudar en el reino cultivando él mismo, construyendo canales. Así, su territorio se convirtió en un bello jardín.

La fama de Tartesos y la de su rey se extendieron por todo el Mediterráneo, con lo que los barcos de todos los lugares iban a comerciar con la rica y hermosa ciudad. Entre todos los productos destacaban las vacas y su fuerte leche.
 
Sin embargo, un día apareció Hércules ataviado con su piel de león y con las flechas envenenadas en  por la sangre de la Hidra en el carcaj.  Había de cruzar el estrecho de Gibraltar. Su misión –o uno de sus doce trabajos- era robar el ganado del hombre más fuerte de la tierra. Para ello, como indicaba, había de cruzar el estrecho que separaba África de la Península Ibérica.  En cada extremo se hallaban dos monumentales rocas colocadas allí tiempo atrás por el gigante   de cien manos Briareo, de ahí que tomaran el nombre de Columnas de Briareo. Al llegar a éstas, Hércules grabó su propio nombre.

El héroe griego llegó al verde prado donde pastaban las vacas color azucena. Las guardaba Aurora, la perra de tres cabezas. Ésta sintió el olor del extraño y se abalanzó contra él. Pero el animal no tuvo nada que hacer, el extranjero machacó cada uno de los tres cráneos.

Al ver esto, el vaquero Custodio intentó defender el ganado, mas sufrió el mismo final que Aurora.

Tranquilamente, Hércules fue llenado su barca con vacas y llevándolas a la otra orilla en varios viajes.

Gritón se enteró de que estaban robando en su reino, así que se dirigió volando al lugar. Hércules lo divisó, preparó su arco y lanzó flechas envenenadas. El rey las agarraba con velocidad y las rompía. Descendió. Arrancó el tronco de un viejo olivo con la intención de machacar al intruso. Mas Hércules estaba preparado. El enorme tronco chocó con la clava del griego, pero aquél reventó, dejando desarmado al rey.  Aprovechando la situación, Hércules pretendió destrozar el cráneo del centro. Sin embargo, Gritón paró el golpe. Mientras Fuentermosa lo gritaba con dolor de madre. El rey se giró hacia a ésta a la vez que el héroe griego huía con las vacas..

A pesar de que Fuentermosa rogó a su hijo que cesara el intento de recuperar el ganado, Gritón advirtió que era su deber conseguirlo y vengar la muerte de Custodio y Aurora. Pero cuando se alejó de su madre al fin, Hércules ya le sacaba mucha distancia. Había ocultado las vacas en una gruta en la isla de Gadeira (la actual Cádiz) y él se había subido al pino más alto con la intención de vigilar. Cuando atisbó la figura de Gritón en el aire, se ocultó entre las ramas. Lanzó tres de sus flechas, que impactaron en los corazones del buen rey. Éste profirió tres terribles gritos de dolor al unísono. Su cuerpo cayó y quedó inmóvil sobre el suelo de la isla de Gadeira, al norte.

Su sangre empapó la tierra y surgió un arbolito: un drago. Si se le corta una ramita, sale un líquido blanco; si se secciona la raíz, un fluido rojo cual sangre.


2 comentarios:

  1. Hola, buscando informacion acerca de gigantes por la peninsula con el fin de averiguar donde puede haber restos de ellos ( esto me coloca en el mismo grado de locura que a ti o mas jeje) me encontre con esta genial historia, para mi real, me a encantado y me gustaría saber si tienes mas informacion acerca de este tema, y no estas sola hay mucha gente por ahí.Saludos lokita.

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  2. Y es posible que los restos del rey Griton estén en algún lugar de Cádiz?

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Se agradecen los comentarios, especialmente para no sentirme como una loca que habla sola. Saludos.