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miércoles, 8 de febrero de 2012

SOBRE EL JURADO DEL CASO CAMPS.


He leído un artículo sobre las famosas faltas ortográficas (además muy graves) del acta del jurado que deliberó sobre el asunto de Camps. Dicho artículo hace un balance y análisis bastante concienciado sobre el texto de base, aunque he de decir que el redactor peca también de repeticiones y de uso de términos incorrectos según el sentido que quiere dar  (así ocurre con el empleo de frase-“enunciado sin verbo”- en vez de oración –“enunciado con verbo”-, incorrección que, junto a la barbarie de influenciado, se está extendiendo como la pólvora).

El redactor se refiere a que el texto no aprobaría un examen de la E.S.O., aunque sería más realista afirmar: <<no debería aprobar ni un examen de la E.S.O.>>. Con esto no estoy queriendo decir que la E.S.O. en sí esté mal, por lo menos en su origen, sino que la presión de la sociedad y de ciertas altas esferas han dado lugar a dar menos importancia a la capacidad ortográfica (así como el del esfuerzo y la cultura en general). Y ésta es una triste realidad que se contradice con el hecho de que luego nos burlemos de aquellos que muestran sus deficiencias en la escritura, como ocurre con el texto al que nos referimos o a la carta de Aguirre al colectivo del profesorado de Secundaria.

En fin, de lo que no advierte el artículo es que el acta no solo tiene multitud de faltas ortográficas de todo tipo y enunciados agramaticales, sino también una presentación y caligrafía deficiente. He de recordar que todo ello es muestra del nivel de desarrollo del cerebro del individuo. En este caso se hace patente que el adulto presenta la edad mental de un niño menor a los once años. ¿Cómo es posible que tal personaje sea seleccionado para participar en un jurado? Es obvio que con estas características va a haber una serie de cosas que no llegue a comprender, además de resultar un objetivo de manipulación bastante sencillo.

Espero que se empiece a concienciar la ciudadanía en general de la gran importancia que tiene para el desarrollo del individuo el aprendizaje en la escuela y el hecho de que no pueden representarnos personas que no poseen una evolución mental hasta el pensamiento formal- abstracto. Debería servirnos de ejemplo de lo que implica una política contra la cultura, la educación y el esfuerzo. ¿Queremos jueces, médicos, ingenieros, políticos, etc. que no tengan capacidad para hacer su tarea pero sí unas notas engordadas?




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